miércoles, 1 de agosto de 2018

Lo que me queda



Me queda una recopilación de vidas por mirarte 

y unas pocas más afortunadas por sentirte.
Las cosas que nunca supe decir eran mis peores enemigas, 

hasta que las dejé marchar,

porque entendí que nuestra lucha era en el mismo bando, 

y que no llegó a haber guerra.

Te diría que me lleves a donde quiera que fueres,

que no sé sentir a medias, 

que el gris no va conmigo y que el blanco se vuelve negro en un instante, 

y ese es mi eterno insomnio.

Que la lluvia también es primavera,

y que agosto también es solitario,

 y que tus manos son el refugio que aún 
 
cabalgo buscando.

Te diría que odio sentir, 
 
pero es que es la única manera de vivirte que conozco.

Q


miércoles, 30 de marzo de 2016

Letting go

Este es mi último nudo a la esperanza que desato en un intento de apartar mi orgullo y decirte lo que siento, o he sentido, puesto que ahora mismo una niebla no me deja percibir mi interior con claridad.
Si algo he aprendido es que exponerse duele, pero duele más la idea de no haber explorado todas las habitaciones, aunque se trate de una casa sin amueblar.
'En este momento me aterra el compromiso', 'mi alma aún se encuentra en reformas', 'sólo pienso en cumplir metas y obligaciones, lo demás es secundario'...  son claros ejemplos que, lejos de pasar desapercibidos, han marcado mis pautas de comportamiento desde un principio. Cualquier persona en mi situación, y dejándose guiar por la razón, se alejaría del borde aún pudiendo apreciar mejor la vista, sin tener por qué caer... Pero un impulso irracional, algo innato dentro de mí me incita, me invita a adentrarme en causas perdidas, en intentar llenar vasos vacíos y en encender luces, pasando todos mis duelos y mis posibles heridas a un segundo plano. 
Se trata de implicarte en cada situación que la vida te presenta, porque por algo se te ha presentado, y porque algo debes hacer al respecto. Y eso he hecho yo, intentar implicarme, sin experiencia previa, en un corazón roto. Porque 'estar atravesando la tormenta no significa que no sigas dirigiéndote hacia la luz del sol'. Todo esto ha desembocado en una lucha entre el sentido común, el miedo y el orgullo a partes iguales. Lo cual ha dado lugar a algo lejos de lo que realmente suelo ser...
En un intento por hacerte comprender, tras muchos fallidos, ya que no hemos sabido, o no hemos querido entendernos, debo decir que estoy cansada de arañar tus puertas, y que sólo me encuentre con rechazos e inseguridades, no puedo seguir en el umbral. Reconozco la derrota y te agradezco la partida, pero siento más por ti de lo que me gustaría. He comprobado que no tenía el pecho tan a oscuras como creía antes de conocerte.
Sólo te pido que si no vas a invitarme a entrar, cierres la puerta y tires la llave, que no la entornes ni llames cuando te acuerdes de que está ahí, porque a mí me quedará un tiempo de asimilar que no era la mía, y de pensar qué hubiera vivido si hubiera llegado a cruzarla, si me hubieras dejado... 
Pero de todo hay que sacar una enseñanza, y es que hay que implicarse hasta donde uno empiece a  sentir frío, y que no te puedes dejar las ganas 'moviendo montañas' que simplemente están donde quieren estar.

No sé si llegarás a leer esto, o te darás por aludido, ni si quiera sé si entenderás una mierda de las metáforas que escribo, pero me queda la tranquilidad de que así sea, si es así como debe ser.



(Te)     habría querido mucho.

sábado, 2 de enero de 2016

La clave es cruzarnos de destinos, y no de brazos.

Que nada externo decida.

Escalar la valentía y explorar las profundidades de su cueva.

Desnudar nuestros miedos y fundar nuestras almas.



Delirar en los desiertos de dudas y

explorar los oasis de nuestros sueños, al fin y al cabo

están hechos del mismo material que nosotros, o eso decía Shakespeare.



Proyectar el sol en una vela, que nos ciegue y exaltar otros sentidos.

Haciendo caso al amor, nos tocamos a ciegas.




Ser uno, solo de vez en cuando, pero que sea eterno.

*Disfrazamos la herida con visiones globalmente compartidas,

pero a veces ahogo un grito en el vacío a esperas de un eco en forma de abrazo

para calentarme el alma.



*Me mantengo a flote, pero, por ahora, no puedo dejar de sangrar.



*Exhalas paz y curiosidad a partes iguales, y no sé en qué atmósfera me encuentro más envuelta.



*Cuesta creer que estés por descubrir, me pregunto cuantos naufragios has provocado, y cuantas 

mareas de miedos se ocultan bajo tu piel.

Me encuentro aquí sentada, analizando tus recovecos en busca de dudas latentes o miedos por 

cantar.



*Es un hecho las corazas que levantas en tu pecho tras varios desengaños.


martes, 20 de enero de 2015

Siempre te vamos a recordar




Tu voz se funde en las olas que atentan contra mi pecho,

en él encallo recuerdos en los que emerges sereno.

Te sientas en mi cama y revivo historias de un rey, de un cisne y de un amor imposible

entre la luna y el mar.



Nos aborda el día disfrazado de realidad.

Vuelve la marea, esta vez en mis mejillas.



Abarco cuanto sufro siguiendo tu estela en el agua

Te me escapas de la vida y se me escapa la cordura.

Tomo aliento y me someto contemplando una batalla

entre todo lo que fuimos y lo que la razón no abarca.




Mi clemencia no merece absolución

Renacen los acordes de tu voz. 

Aunque pierda una ola, el mar sigue su canción..




Volverás a evocar la luna y volverás a anegar mis playas.

volverás a soplar mis velas y barcas saldrán a pescar;

 Volverás a nutrir mis mares y nos volveremos a encontrar..




Igual que la luna deja al mar que la saque a bailar,

que aunque platónico sea, en su reflejo se pueden abrazar...








Siempre te vamos a recordar.








09/01/2015

































































miércoles, 22 de octubre de 2014

Marionette








Córtame la etiqueta, 
arráncame este estúpido vestido.
Corre la cortina y que se marchen.  
Que acabe la función. 

¿De espectadores nuestros sentimientos?
Lo entenderán.

Aunque ahora que sin focos puedo ver, parece que los tuyos no están. 

 Quizás abandonaron la obra antes de empezarla. 
Quién sabe, 
ya da igual.

Empezaré a tomar ejemplo. 


Me cansé de mirar siempre hacia delante, 
y de ver mover mis ejes a  tu antojo con esos estúpidos hilos.

Me cansé de ser de trapo y morder el polvo. 
Qué ironía.
Hace tiempo que sabía de todas estas obras. 
Y por supuesto que yo solo era parte de algunas. 
El resto corren de tu cuenta. 
Y de sus piernas.

 Supongo que fue más fácil someterme que revelarme. 
Quererte que detestarte. 
Quizás una combinación de ambas.


Mis pies ya responden, empiezo a cobrar vida. 
Y joder, 
qué maravilla...

Apaga las luces.

Puedes tirar mi baúl al río,
 y ya que estás átate a él.
De todos modos sólo guardaba mis ensayos.
Mis finales. 
Olvidando mis principios, 
claro.